En una zona privilegiada de la bahía de Altea hay un lugar donde se despierta cada día con vistas al mar. Donde la luz mediterránea baña las estancias y el invierno se disfruta también en la terraza. Esta exclusiva urbanización, compuesta por solo diez viviendas, es perfecta para quienes buscan privacidad y descanso en un entorno rodeado de naturaleza. Y, como este paraíso se disfruta también al aire libre, las zonas comunes cuentan con dos piscinas con vistas al mar y zonas verdes de especies adaptadas al clima local.